Ingredientes:
Para el crepe:
1 huevo
50 ml de leche
30 g de maicena
sal
1 cucharada de postre de perejil picado
Para el relleno:
75 g de queso Philadelphia o similar
80 g de salmón marinado (puede ser también ahumado)
En el vaso de la batidora ponemos todos los ingredientes para el crepe y los batimos. Colocamos una sartén grande en el fuego, o una crepera, a calentar con unas gotitas de aceite de oliva. Engrasamos la sartén con ese aceite y cuando esté bien caliente echamos la masa del crepe, repartiéndola bien por toda la superficie. Cuando vemos que se ha cuajado todo, despegamos con cuidado por un borde y le damos la vuelta. Suele estar unos dos minutos por cada lado y ya la podemos sacar.
Así vamos haciendo el crepe |
En un papel de aluminio o film colocamos el crepe con la cara más bonita hacia abajo, de modo que la otra cara quedará tapada por el relleno. Repartimos el queso de untar con una espátula y colocamos encima el salmón. Cuanto más llenemos, más vistoso quedará, pero también llenará más. Eso a gusto de cada uno. Luego, enrollamos de manera que quede apretadito, envolvemos con el papel que tenemos debajo y guardamos en la nevera hasta que lo vayamos a usar. Yo lo he dejado en la nevera media hora, pero se deja envuelto hasta el momento de cortar y servir. Se puede hacer el día de antes.
Así rellenamos el crepe |
Para servir, vamos cortando rodajas de un centímetro de grueso y las podemos poner encima de pan tostado o directamente en la bandeja. Esta presentación es de entrante, pero estos rollitos pueden acompañar cualquier ensalada de fiesta. Espero que os haya gustado mi receta!
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